Este pobre hombre se ha llevado el susto de su vida por culpa de unos compañeros bien listos a la vez que crueles. Mientras se esentaba en su lugar de trabajo y uno de los compañeros le distraía charlando, otro disfrazado con la máscara de Scream se acercaba por detrás suya, envuelto en una manta para poder darle un susto todavía mayor y que el color negro no le delatase en pocos momentos.
El hombre sigue hablando como si no pasase nada, dándole vueltas a lo que le dicen mientras coge un pañuelo y se limpia las manos, probablemente por haber venido de trabajar en otra zona. Se le ve tranquilo, relajado, sin imaginar lo que estaba a punto de ocurrirle, muy cruel al saber nosotros que todos los de alrededor estaban esperando el momento.
¡Y vaya susto! Se pone tan nervioso que rápidamente golpea con el pañuelo como loco mientras se cae de espaldas, asustando más casi a los que le rodean que el propio susto que se lleva él. Con esta escena tenemos las risas aseguradas ya que está genial organizada, sin posibilidad de que les descubriesen antes de hacerla y sacando de su amigo la mayor de las sonrisas minutos después.
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